miércoles, 24 de marzo de 2010

SEMINARIO 4 " BUDO Y AGRESIVIDAD"


El cerezo,símbolo por excelencia de todas las artes marciales que siguen un Do (camino), porque carece de un objetivo utilitario; la flor del cerezo no produce fruto y no da más que su belleza.

Así deben ser todas las actividades humanas, desinteresadas y bellas.


" Que pudiéramos morir

como en primavera

las flores del cerezo

puras y brillantes"

Yamaguichi Teruo



El seminario que se ha realizado el 2 de marzo, sobre Budo me ha parecido un tipo de clase teórica y práctica muy distinta y especial, donde me ha transmitido una forma diferente de entender y comprender las artes marciales, de las cuales tenía un concepto muy diferente a lo expuesto.

A mi entender, las artes marciales y lo que tenía entendido tras la visión que he tenido durante toda mi vida, en televisión, por conocidos, por las escuelas que existen… consistían en un tipo de kung-fu, un deporte de lucha, donde las personas se defienden a través de la violencia. Pero tras la clase, he comprendido y percibido que las artes marciales tienen otra variante, el Budo, que no utiliza la violencia y la agresividad, sino todo lo contrario, es una forma de canalizarla a través de movimientos del cuerpo.

Según Eduardo, la agresividad viene dada por diversos aspectos como las emociones, que pueden conllevar a sentimientos negativos, el rechazo, la falta de comunicación, el estrés, pérdida de espacio, experiencias negativas… para todo ello, existen técnicas de Budo que sirven para canalizar la agresión y convertirla en no agresión.

Los valores que tiene como principios el Budo, son muy importantes como es la felicidad, el bienestar, la tolerancia, la voluntad, el optimismo, etc., algo que en nuestra profesión debemos tener muy en cuenta y desarrollarlo lo máximo posible. Por ello, la práctica del Budo también nos puede servir a nosotros, como futuros profesionales, nos ayudaría a cultivar de forma más consciente todos esos valores que son imprescindibles transmitir si queremos intentar tener un mundo mejor.

Poe ello, Eduardo reflejó que la práctica del Budo puede ser aplicado a nuestra profesión tanto para nosotros como señalé en el párrafo anterior, como una forma de trabajar con las personas que tengan problema de agresividad, de lo cual me ha parecido una gran idea, nunca pensé que las prácticas de artes marciales podían servir de terapia a las personas con cualquier tipo de conflicto agresivo. Yendo más allá, pienso que si las artes marciales pueden servir para apaciguar la agresividad también puede servir como terapia a personas con depresiones, personas que no se han encontrado aún, que tienen algún tipo de conflicto interno…con el apoyo del Budo y su práctica, se podría conseguir que las personas encuentren un equilibrio entre mente y cuerpo, y poder alcanzar así, un bienestar total , y no tener que recurrir a un psicólogos/as, que para algunas personas supone un gran prejuicio. Además, es un forma más divertida, comunicativa y práctica que una sesión de terapia psicológica ,pudiendo ser tomada como un deporte.

Me ha encantado esta sesión y quizás me decida a practicar algún día, además me ha corroborado que todo en la vida, todas las experiencias, los conflictos, las acciones, incluso las personas, tienen varias formas de ser vistas y que pueden llegar a encubrirse unas con otras, no dejando ver su esencia que es lo que verdaderamente importa y por lo que hay que luchar.

En el siguiente video podeis ver una demostración de Budo llamado Chi Kung que se utiliza para transformar las emociones en sentimientos positivos:

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